En un estudio con monos sudamericanos (y que fue asociado
con humanos) encontraron, las relaciones donde existe compromiso a largo plazo
son más fértiles que los de relaciones en las que uno o ambos cónyuges engañan.
Las hormonas que ayudan a “hacer niños” se ven favorecidas
en parejas estables. Tiene el mismo efecto en ambos sexos: el estrés causado
por la infidelidad puede afectar a las hormonas reproductivas de la mujer,
haciéndola menos fértil.
Aunque el estudio se llevó a cabo con animales, los efectos
pueden ser aplicables a los seres humanos.
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