Esta soy yo el día que cumplí la cuarentena después de tener a mi bebé. Si acabas de ser mamá, aquí te van unas palabras de una mamá que ahora ve con nostalgia esta foto y entiende muchísimas cosas que sólo la experiencia le abrió los ojos.
Tu cuerpo cambió para siempre. Hiciste una vida. Trajiste a un ser humano al mundo. Todo lo hizo tu cuerpo. Se albergó esa vida en tus entrañas, comió de tu sangre, se estremeció cuando reías, te escuchó cuando llorabas...
Tus senos crecieron, se cayeron, tu vientre se agrandó y ahora sólo queda la piel floja, las estrías. Todo eso fue la primera casa de tu bebé. Ahora su casa son tus brazos, y dentro de poco, cambiará tus brazos por el mundo. Y es normal.
No quieras tener el cuerpo perfecto, ni ser la mujer perfecta, ni la esposa ideal. Las marcas de tu cuerpo son normales, es normal que no puedas moverte mucho, es normal que sigas hinchada, es normal que hayas aumentado de peso. Es normal que no puedas dormir sin brassiere. Es normal que no tengas apetito sexual. Es normal que quieras llorar todo el día. Es normal que sólo quieras dormir.
Abraza a tu bebé, trépatelo contigo para todos lados, cántale, háblale, explícale que estás contenta de tenerlo aquí, pero que todo te duele, que todo es desconocido también para ti.
Y, ¿sabes qué? Es normal.
Yo lo hice para horrorizarme en ese momento, y ahora veo con tanto amor y respeto a ese cuerpo que se dio completo para traer a mi máxima alegría al mundo.
palabras de una mamá que ahora ve con nostalgia esta foto y entiende muchísimas cosas que sólo la experiencia le abrió los ojos.
Mamá, te tengo noticias....
No seas tan dura contigo misma.
Déjate ir....
Las mujeres somos tan luchonas y guerreras que se nos olvida lo difícil por que sólo tenemos en la mira seguir adelante. Pero de una mamá a otra te digo que todas pasamos por lo mismo en lo que estás tú. Todas lloramos igual. Todas nos sentíamos desencajadas igual.
Tómate muchas fotos. Es lo mínimo que tu cuerpo merece.
Apóyate en otras mamás como tú, apóyate en mí y llora lo que quieras. Nadie tiene el derecho a decirte cómo vivir tu puerperio. Si quieres llorar, llora. Si quieres salir, sal. Si quieres tener relaciones, tenlas. Pero siempre quiérete a ti primero.
No podemos enseñarle a nuestros hijos del amor si no lo profesamos hacia nosotras mismas.
Fuente: Facebook - Flaii Foto
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