miércoles, 15 de junio de 2016

Curiosidades que no conocías de tu bebé

Hay ciertas características físicas, emocionales y biológicas de los pequeños que no conoces...



Curiosidades que no conocías de tu bebé

Por: Karen Johana Sánchez

Con los recién nacidos todo es novedad. Llegan, además, con curiosidades innatas a ellos y que con la edad se pierden o cambian. Acá encontrarás muchas de esas situaciones que se presentan con los pequeños y su explicación.
1. Nacen sin rodillas
En verdad, no es que no tengan rótulas, sino que no están osificadas; en los meses siguientes al nacimiento, a través de un proceso natural, se desarrollarán. 
2. Los bebés no sudan
Más bien, sus glándulas sudoríparas no son del todo maduras. El sudor se comienza a observar después de los 6 meses, aproximadamente.

3. ¿Los recién nacidos ven en blanco y negro?
La visión se va desarrollando y madura a medida que se utiliza. Algunos especialistas opinan que los bebés nacen viendo en blanco y negro por la inmadurez del desarrollo óptico, pues los conos y bastones -esas neuronas que están en la retina encargadas de la visión a color- en ese momento son aún muy inmaduros. Sin embargo, otros expertos señalan que los bebés no es que vean en blanco y negro sino que ven diferente: cuando se nace se tiene un número reducido de conos (los que distinguen los colores azul, rojo y verde) y uno mayor de bastones (las neuronas capaces de captar la intensidad de la luz); unos y otros se localizan en toda la retina y permiten captar las imágenes periféricas. Y aunque todo ello se articula con el cristalino, cuando se nace este último no tiene capacidad de acomodación. Por ello la visión de un recién nacido es diferente, porque ve una imagen, por ejemplo, en 10 píxeles mientras que nosotros la vemos en 200 píxeles. Otros expertos opinan que, si bien los conos no están completamente maduros, la mayoría de estudios muestra que ya tienen pigmentos al nacer, lo que les permite percibir diferentes colores.
4. Es capaz de contener la respiración, como cuando un adulto lo hace al nadar
Es un reflejo de los bebés cerrar la glotis (parte de la laringe), que es por donde pasa el aire a los pulmones. Es involuntario y lo tienen desde el vientre materno, porque ese es un medio líquido.
5. Los recién nacidos estornudan con frecuencia
Es una actividad común, principalmente al nacer, y no siempre significa resfrío o alergia; tiene que ver, más bien, con el tamaño de las fosas nasales y es la manera como se movilizan las secreciones.
6. Lloran, pero no tienen lágrimas
La producción de lágrimas se comienza a observar, generalmente, a partir del tercer mes de edad, aunque podría suceder antes. Sin embargo, hay una producción basal de lágrimas que permite tener el ojo siempre lubricado.
7. ¿Sonríen más que los adultos?
Los recién nacidos tienen la posibilidad de sonreír e, incluso, reír como reflejo. Esto es claro en el útero y se puede ver en las ecografías. Una vez nacen aún pueden hacerlo como reflejo, mas no como respuesta a algún estímulo. Por eso es que, con frecuencia, los vemos sonreír cuando duermen o con gestos que se asemejan a los de una sonrisa. Después del segundo o tercer mes comienza la risa como elemento de comunicación social. Hay diferentes interpretaciones de la sonrisa y la risa, tanto desde el punto de vista psicológico como desde el sociológico y el biológico. El concepto popular es que se trata de una respuesta que denota confianza del interlocutor hacia el medio donde está o de un complemento de mensajes verbales y no verbales.
8. El tamaño de La cabeza de un bebé será proporcional al de su cuerpo
El cerebro de un bebé corresponde al 10 por ciento de su peso, mientras que su cabeza corresponde a un cuarto de su peso total. Cuando se nace a término y con un peso adecuado, el peso promedio del cerebro es de 350 gramos. No obstante, la proporción del cuerpo va cambiando a medida que se crece; eso sí, como la cabeza es predominantemente hueso y agua, tiene un peso importante con respecto al resto del cuerpo.
9. ¿Nacen sin bacterias en su cuerpo?
La respuesta es relativa. Dentro del útero, los bebés están envueltos en membranas e inmersos en líquido amniótico, que los protege y separa del resto del ambiente materno; están en estado’ estéril. Y aunque no nacen con bacterias patógenas que pongan en riesgo su vida, en el momento del parto por vía natural adquieren las bacterias que colonizan el canal vaginal; también reciben información bacteriana a través de la leche materna, para formar su material de flora bacteriana intestinal.
10. Un recién nacido focaliza objetos que se encuentran a 25 cm de su nariz, la distancia entre él y su madre al ser amamantado
Algunos expertos indican que los neonatos pueden ver máximo a 30 centímetros; en efecto, la distancia que hay entre el rostro de su madre y el de él mientras que se alimenta. Otros expertos señalan que esto no es del todo cierto, sino que cuando nace el niño no tiene la capacidad de enfocar y el tamaño del ojo es mayor, en proporción con la formación de la imagen en la retina; por ello mismo no logra percibir imágenes mayores que esa distancia.
11. Crecen mucho en sus primeros años
Entre el momento de su nacimiento y los dos años de edad, los bebés crecen, y mucho. En sus primeros dos años de vida cuadriplican su tamaño: duplican su peso al nacer y a los seis meses, y lo triplican al final del primer año. El periodo de más rápido crecimiento se da entre el momento de la fecundación y los 6 primeros meses de vida extrauterina; durante este último periodo, el bebé aumenta de peso más rápidamente en los tres primeros meses. Luego desacelera este proceso y se mantiene en crecimiento uniforme en peso y talla hasta casi los 10 años, cuando se vuelve a acelerar. El tamaño de un recién nacido a término oscila entre 2500 y 4000 gramos, y el rango de normalidad de un niño de dos años de edad oscila entre 9 y 15 kilogramos, según tablas de los patrones de crecimiento infantil de la OMS.
12. Los ojos del recién nacido no tiene color definitivo
El color de los ojos se da por la presencia del pigmento melanina (que también le da el color a la piel); al momento de nacer, este se encuentra en una cantidad mínima, por lo cual los ojos no tienen el color característico. Este cambia entre los 3 y 6 meses de vida, demás, porque la melanina se activa con la luz solar: en la medida que los niños se exponen a la luz, sus ojos se van oscureciendo hasta llegar al color según la cantidad de pigmento que tiene la piel.
13. Su corazón late y él respira mucho más rápido que un adulto
Mientras que los adultos y niños mayores manejan el gasto cardiaco por volumen (volumen de sangre que se bombea por minuto a todo el cuerpo), los bebés lo hacen por la frecuencia de contracción de su corazón. Los recién nacidos tienen la frecuencia, o el número de latidos por minuto, entre 100 y 140, mucho más que la de un adulto. Y así como la frecuencia cardiaca es mayor, también lo es la respiratoria. Esto es normal y, en la medida que van creciendo, estas variables fisiológicas van disminuyendo hasta que a los 5 o 6 años ya se estabilizan y llegan a nivelarse en valores que conservarán hasta la vida adulta.
14. ¿Los neonatos secretan leche a través de sus pezones?
No se puede hacer una completa afirmación sobre el tema. Lo que sucede es que tal secreción se da porque las glándulas mamarias del bebé se encuentran influenciadas por la presencia de prolactina, que pasa de la madre al bebé. Pero ello es temporal. Se recomienda no manipular dichas glándulas dado que son estructuras muy inmaduras y hacerlo puede dañarlas o infectarlas. Otra explicación es que en los recién nacidos, de ambos sexos, se puede presentar abultamiento mamario; adicionalmente, del 5 al 15 por ciento de los bebés puede presentar salida de un líquido blanquecino por los pezones, situación denominada galactorrea. Las causas de ambos son netamente hormonales y fisiológicas; es decir, no significan enfermedad ni implican consecuencias en el futuro; además, desaparecen con el tiempo.
15. Su órgano del sentido más potente es el olfato, a través del cual reconocen a su madre
Evolutivamente, es de los sentidos más antiguos y se desarrolla, junto con la audición, desde el vientre materno. Es por eso que los bebés reconocen a su madre con el olor de la leche materna y la voz. La mayoría de los bebés reconoce la voz de su madre apenas nace. Entre tanto, tarda unos 14 días en reconocer la de su padre. Entonces es cierto, aunque no tiene mucho valor definirlo dentro de un tiempo porque ya se conoce su capacidad de reconocer la modulación, intensidad, tono y volumen de la voz desde la vida fetal; esta capacidad se va desarrollando y es la base para la formación del lenguaje. Los bebés reconocen la voz de mamá, y, posteriormente, se familiarizan con otros sonidos, como la voz del padre, los hermanos y los abuelos.
 Fuente: abcdelbebe

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