Los dolores más comunes durante el embarazo
A veces, las mujeres sienten ciertos temores durante el embarazo asociados a las dolencias propias de su estado; pensemos en los bruscos cambios por los que atraviesas en esta etapa y por lo que sentir ciertas inconformidades y molestias es algo muy natural, pues el cuerpo se tiene que acoplar al incremento de peso y todos los desórdenes que eso conlleva.
Cuando estás embarazada tu centro de gravedad cambia, haciendo que muchos músculos funcionen de manera diferente. Cuando el bebé comienza a crecer, tú abdomen se ensancha de tal forma que tus piernas se acalambran, te duele la espalda, te da comezón en los brazos y, en algunos casos, aparecen hemorroides. Todas estas afecciones son comunes ya que, para recompensar el hecho de que tu cuerpo está haciendo cosas diferentes, el stress se concentra a veces en determinadas partes.
Cambios y dolores durante el primer trimestre
Dado que el embrión está creciendo y acomodándose gradualmente, puede que sientas cómo se incrusta en tu pared abdominal, creando presión en algunos nervios y en los huesos. Por ello, si sientes presión en las costillas o cosquilleo, es por que el bebé va acoplando su camino hacia el útero.
Los dolores pélvicos y abdominales son por que al incrementarse el tamaño del bebé, los músculos y la piel se expanden causando presión en los nervios, como en caso del nervio ciático. Esta molestia puede aliviarse con ejercicio y cambios constantes de postura al sentarse y al dormir.
Si así lo prefieres, puedes acudir con un quiropráctico para que te indique algunos ejercicios y posturas que alivien tu malestar. Eso sí, no ignores nunca un dolor que te asalte repentino o intenso; procura ser objetiva y relajarte para acudir al médico lo más pronto posible.
Dolor estomacal y dolor abdominal
Son frecuentes las llamadas agruras, los gases y el dolor de pancita. Recuerda que estás atravesando cambios bastante significativos y las reacciones químicas de tu organismo se intensifican o se bloquean (según sea el caso). Intenta comerte un dulce de menta o bebe un vaso de agua tibia en ayunas, antes de buscar medicarte.
Dolor de espalda
Según los médicos, este dolor lo sufren el 50% de las embarazadas y no es gratuito; piensa que tu columna es el centro de soporte de todo tu cuerpo, y que al ir incrementándose el peso en el nivel medio-bajo, los huesos hacen un esfuerzo extra por seguir sosteniéndote. Por ello, es muy importante cuánto le ayudas: cuida en qué tipo de sillas te sientas, el tipo de zapatos que usas (ni muy bajos, ni muy elevados) y las posturas al dormir y al caminar.
Ejercicios para aliviar el dolor de espalda
El ejercicio te ayudará a destensar tus músculos, fortalecer las articulaciones y balancear el peso que está ahora concentrado en el frente. Únete a un clase diseñada especialmente para mujeres embarazadas, camina, nada o baila pero ten cuidado con la intensidad y los tiempos. No abuses, recuerda que tu bebé demanda los nutrientes que consumes y tú fuerza, no te sobrepases.
En conclusión…
Duerme bien, lleva una dieta balanceada y, cuando la dolencia en tu espalda o pies apremie, levanta tus piernas sobre una superficie plana para mejorar la circulación. Ponte compresas de agua caliente y fría en las zonas donde sientas dolor o presión, alternándolas. Toma un largo baño con agua tibia. Busca un masaje que te relaje y, sobre todo, disfruta tu embarazo que tú cuerpo volverá a la normalidad en cuanto menos te lo esperes.
http://www.mamanatural.com.mx/2012/02/los-dolores-mas-comunes-durante-el-embarazo/
A veces, las mujeres sienten ciertos temores durante el embarazo asociados a las dolencias propias de su estado; pensemos en los bruscos cambios por los que atraviesas en esta etapa y por lo que sentir ciertas inconformidades y molestias es algo muy natural, pues el cuerpo se tiene que acoplar al incremento de peso y todos los desórdenes que eso conlleva.
Cuando estás embarazada tu centro de gravedad cambia, haciendo que muchos músculos funcionen de manera diferente. Cuando el bebé comienza a crecer, tú abdomen se ensancha de tal forma que tus piernas se acalambran, te duele la espalda, te da comezón en los brazos y, en algunos casos, aparecen hemorroides. Todas estas afecciones son comunes ya que, para recompensar el hecho de que tu cuerpo está haciendo cosas diferentes, el stress se concentra a veces en determinadas partes.
Cambios y dolores durante el primer trimestre
Dado que el embrión está creciendo y acomodándose gradualmente, puede que sientas cómo se incrusta en tu pared abdominal, creando presión en algunos nervios y en los huesos. Por ello, si sientes presión en las costillas o cosquilleo, es por que el bebé va acoplando su camino hacia el útero.
Los dolores pélvicos y abdominales son por que al incrementarse el tamaño del bebé, los músculos y la piel se expanden causando presión en los nervios, como en caso del nervio ciático. Esta molestia puede aliviarse con ejercicio y cambios constantes de postura al sentarse y al dormir.
Si así lo prefieres, puedes acudir con un quiropráctico para que te indique algunos ejercicios y posturas que alivien tu malestar. Eso sí, no ignores nunca un dolor que te asalte repentino o intenso; procura ser objetiva y relajarte para acudir al médico lo más pronto posible.
Dolor estomacal y dolor abdominal
Son frecuentes las llamadas agruras, los gases y el dolor de pancita. Recuerda que estás atravesando cambios bastante significativos y las reacciones químicas de tu organismo se intensifican o se bloquean (según sea el caso). Intenta comerte un dulce de menta o bebe un vaso de agua tibia en ayunas, antes de buscar medicarte.
Dolor de espalda
Según los médicos, este dolor lo sufren el 50% de las embarazadas y no es gratuito; piensa que tu columna es el centro de soporte de todo tu cuerpo, y que al ir incrementándose el peso en el nivel medio-bajo, los huesos hacen un esfuerzo extra por seguir sosteniéndote. Por ello, es muy importante cuánto le ayudas: cuida en qué tipo de sillas te sientas, el tipo de zapatos que usas (ni muy bajos, ni muy elevados) y las posturas al dormir y al caminar.
Ejercicios para aliviar el dolor de espalda
El ejercicio te ayudará a destensar tus músculos, fortalecer las articulaciones y balancear el peso que está ahora concentrado en el frente. Únete a un clase diseñada especialmente para mujeres embarazadas, camina, nada o baila pero ten cuidado con la intensidad y los tiempos. No abuses, recuerda que tu bebé demanda los nutrientes que consumes y tú fuerza, no te sobrepases.
En conclusión…
Duerme bien, lleva una dieta balanceada y, cuando la dolencia en tu espalda o pies apremie, levanta tus piernas sobre una superficie plana para mejorar la circulación. Ponte compresas de agua caliente y fría en las zonas donde sientas dolor o presión, alternándolas. Toma un largo baño con agua tibia. Busca un masaje que te relaje y, sobre todo, disfruta tu embarazo que tú cuerpo volverá a la normalidad en cuanto menos te lo esperes.
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