"La fertilidad de la mujer comienza
a declinar en sus treinta y pocos años y luego disminuye aún más rápido en sus
finales de los treinta y cuarenta. La fertilidad de los hombres hace lo mismo,
pero con menos rapidez", afirma Harry Fisch, MD, director del centro
reproductivo masculino en el NewYork-Presbyterian Hospital. Los niveles de
testosterona descienden en aproximadamente 1 por ciento anual en los hombres
después de los 30 años, y como resultado de ello, su número de espermatozoides
pueden empezar a caer.
Hay algunas señales de que el esperma de
un hombre puede necesitar una puesta a punto, dice Fisch. "¿Está pasado de
peso? Testosterona se descompone en las células de grasa, especialmente en el
vientre, así que cuanto más grasa que el hombre tiene, más bajos niveles de
testosterona tienden a tener. ¿Tiene testículo pequeños (menos de una y media
pulgadas de diámetro) o baja altura (que cuelgan mucho)? Eso puede ser un signo
de venas varicosas en el área, lo cual puede causar recuentos bajos de
espermatozoides y la baja de testosterona ". Las intervenciones tempranas
pueden tratar estos problemas, y los tratamientos de fertilidad puede aumentar
las posibilidades de su pareja, así como el suyo propio. Para los hombres que
tienen defectos de espermatozoides o un conteo bajo de espermatozoides,
"hemos básicamente resuelto la infertilidad masculina en el 99 por ciento
de los casos, gracias a los procedimientos que se pueden aislar a los mejores
espermatozoides del resto", dice John Jain, MD, endocrinólogo reproductivo
en Santa Monica, California.
Fuente: www.womenshealthmag.com
Fuente: www.womenshealthmag.com
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