miércoles, 20 de abril de 2016

El test de Apgar

Resultado de imagen para pruebas médicas para bebés
Esta prueba de evaluación se da a través de una puntuación que va de 1 a 10 puntos, dependiendo de la respuesta que el pequeño dé a cada verificación de órganos; con esta información se levanta un cuadro del estado general y de vitalidad del recién nacido. Dicha medición se realiza al minuto de nacer, a los 5 minutos y a los 10.
En esta se examina el ritmo cardiaco, los reflejos, el tono muscular y el color de la piel. La puntuación ideal debe estar entre 8 y 10; si obtienen de 4 a 6 puntos su condición física no es la adecuada y el neonatólogo pedirá una valoración clínica para iniciar la recuperación. Pero si el puntaje es menor de 4, requiere de atención inmediata con medicamentos y respiración asistida.
Cabe decir que en los 61 años que hace que se realiza este examen, las tasas de morbilidad en recién nacidos se han reducido en más del 50 por ciento, gracias a que aporta información valiosa de la salud y estado general del bebé.
Los aspectos que se califican en el test de Apgar son 5 y en cada uno se valora de 0 a 2, por eso la calificación perfecta es 10, si cumple con los 5 aspectos de forma exacta.
1. Frecuencia cardiaca: el ideal es que la frecuencia sea superior a 100 latidos por minuto, de ser así recibirá 2 puntos.
2. Esfuerzo respiratorio: se mide a través del llanto. Si este es bueno se le darán 2 puntos.
3. Tono muscular: se espera que sea un bebé activo y así recibirá 2 puntos más, pero si este es flácido su calificación será 0.
4. Reflejo de irritabilidad: acá se mide el nivel de respuesta del pequeño a estímulos, como un pequeño pinchazo. Así que si su llanto es vigoroso recibirá 2 puntos más.
5. Coloración de la piel: si esta es de un azul pálido tendrá 0 puntos; si su cuerpo es rosado, pero las extremidades azules, le darán 1 punto, y si todo su cuerpo es rosado, obtendrá los 2 puntos.
Cuando el puntaje obtenido en alguno de los niveles es 0, es decir, muy bajo, es posible que el neonatólogo decida que el bebé pase a incubadora para ser observado detenidamente por algunas horas más.

Según Daniel Felipe Martín Suárez, si a un niño no se le realiza este tamizaje se corre el riesgo de que no se identifiquen de manera temprana ciertas anomalías congénitas, que tiene tratamiento médico y, a la vez, “no se podría identificar si el recién nacido es sano o no, lo que aumentaría las tasas de mortalidad perinatal”.
Fuente: abcdelbebe.com

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