viernes, 29 de septiembre de 2017

¿Podrían afectar la fertilidad femenina los turnos nocturnos y levantar objetos pesados?

Las mujeres que trabajan en turnos nocturnos o hacen labores físicas fuertes podrían ser algo menos fértiles que otras mujeres, sugiere una nueva investigación.

En un estudio de mujeres sometidas a un tratamiento de fertilidad, los investigadores descubrieron que aquellas que trabajaban de noche o realizaban trabajos pesados tendían a tener menos óvulos “maduros”. En teoría, eso podría reducir sus posibilidades de tener un bebé.
Sin embargo, los expertos subrayaron que los resultados deben ser vistos con cautela.
Por un lado, no prueban que los turnos nocturnos o los trabajos pesados sean culpables, dijo la investigadora líder Lidia Mínguez-Alarcón, de la Escuela de Salud Pública de Harvard en Boston.
Es posible, explicó, que algunas mujeres con esos trabajos estén expuestas a otros factores ambientales que podrían afectar la “calidad de sus óvulos”.
Más allá de eso, el estudio no mostró que las situaciones laborales de las mujeres afectaran directamente sus posibilidades de tener un bebé, dijo el Dr. James Grifo, Director del NYU Langone Fertility Center en Nueva York.
Grifo, que no participó en el estudio, estaba preocupado de que los hallazgos pudieran causar a las mujeres estrés indebido o culpa si su tratamiento de fertilidad no funciona.
De hecho, según Grifo, los resultados del estudio pueden apuntar sólo a una asociación entre ciertas situaciones laborales y una medida de la fertilidad.
“¿Le dices a las mujeres que renuncien a sus empleos o que dejen de levantar [objetos pesados] basándose en esto?”, expresó Grifo. “No lo creo.”
Los resultados se basaron en casi 500 mujeres que se sometieron a fertilización in vitro (FIV) en un centro de infertilidad.
Durante la fertilización, las mujeres toman medicamentos que estimulan a los ovarios a producir el mayor número posible de óvulos maduros. Los óvulos son extraidos para que puedan ser fertilizados en un plato de laboratorio.
Eso permitió a Mínguez-Alarcón y sus colegas obtener un recuento preciso de los óvulos maduros producidos por cada paciente.
Los investigadores encontraron que en general, las mujeres dedicadas a trabajar en turnos nocturnos o turnos rotativos tendían a producir menos óvulos maduros en comparación con las mujeres que trabajaban sólo durante el día; aproximadamente dos menos, como promedio.
Un patrón similar emergió entre las mujeres que dijeron haber realizado alguna vez trabajos pesados: en promedio, tenían un óvulo menos maduro que las mujeres que nunca movían objetos pesados en su lugar de empleo.
El resultado fue más pronunciado entre las mujeres con sobrepeso, obesas y mayores, según los resultados.
Es biológicamente plausible que el trabajo nocturno pueda afectar la calidad del óvulo  de una mujer, según Minguez-Alarcón. En teoría, dijo, las interrupciones en los ritmos circadianos normales del cuerpo podrían estar en juego.
El trabajo en turnos se ha relacionado con una serie de riesgos, incluyendo el aborto espontáneo y el parto prematuro, señalaron los investigadores en su informe.
Mínguez-Alarcón explicó que, sin embargo, se necesita más investigación para entender por qué el trabajo nocturno puede estar vinculado a la calidad del óvulo. Agregó que no hay una explicación clara de por qué el levantamiento de objetos pesados podría importar.
Los autores del estudio también hicieron otra advertencia: no está claro si estos resultados podrían aplicarse a las mujeres que están tratando de concebir de forma natural.
El estudio fue publicado en línea el 7 de febrero en la revista Occupational & Environmental Medicine.
Para las mujeres sometidas a tratamiento de fertilidad, es importante mantener los resultados en perspectiva, manifestó Grifo.
“Un estudio estadístico nunca puede predecir lo que sucederá con un paciente individualmente”, agregó.
¿Los hallazgos sugieren que para estar seguras, las mujeres deben evitar esfuerzos excesivos durante el tratamiento de fertilidad?
Grifo comentó que no hay una recomendación estándar de ejercicio para las pacientes con infertilidad porque no hay evidencia clara de que ayude o perjudique. Algunos médicos, dicen a sus pacientes que dejen de hacer ejercicio durante el tratamiento, y algunas mujeres tal vez no se sientan en disposición de hacerlo debido a los efectos secundarios de los medicamentos que estimulan los ovarios.
Grifo indicó que generalmente recomienda un ejercicio moderado, especialmente si una mujer se siente bien siendo activa.
“Esa podría ser su manera de aliviar el estrés”, dijo. “¿Quieres quitarte el calmante del estrés?
Por su bienestar, las mujeres deben comer una dieta saludable, descansar lo suficiente y mantenerse hidratadas , apuntó Grifo. Pero en última instancia, no pueden “controlar” su respuesta al tratamiento de la fertilidad, subrayó.
“No queremos que las mujeres se culpen a sí mismas si no funciona”, dijo.
Fuente: Fertilidad Femenina

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