domingo, 20 de diciembre de 2015

Sexo después del bebé, ¿qué cambia?

Sexo después del bebé, ¿qué cambia?

Durante la vida sexual de la pareja, si hay una circunstancia crítica, es el postparto. Da igual si hemos vivido un parto vaginal o una cesárea. En ambos casos puede aparecer dolor (en la zona genital tras el parto, o en el abdomen, después de la cesárea) y en ambos casos, la vida sexual se ve alterada por un tiempo.

ME DA MIEDO SENTIR DOLOR


La zona genital puede quedar dolorida, más si ha habido episiotomía, pues la cicatrización total tarda meses. Muchas mujeres experimentan molestias de distinta intensidad durante un tiempo, hasta que recuperan la sensibilidad. Es frecuente que la lubricación disminuya (sobre todo si se da pecho), lo que empeora las molestias. Los puntos de sutura pueden dejar zonas endurecidas, dolorosas y rígidas, que tardan tiempo en desaparecer y que disminuyen la elasticidad de la vagina. Para aliviarla es útil masajear la zona con aceite de mosqueta una dos veces al día.

Estas alteraciones son temporales. Nos puede ayudar usar lubricantes especiales y, mientras haya dolor, evitar la penetración. Si le explicamos a nuestra pareja cómo nos sentimos, lo entenderá. Con un poquito de cuidado y delicadeza podemos obtener placer de muchas formas.

ESTOY TAN AGOTADA QUE NO SIENTO DESEO


El bebé nos obliga a reorganizar nuestra vida cotidiana. Los primeros meses es un ser desorganizado que depende completamente de nosotras y sus horarios no coinciden con los nuestros. Focalizamos toda nuestra energía en él, en sus cuidados y, por eso, no nos queda energía para otras cosas, como la pareja. La sexualidad no se genera en la zona genital, sino en el cerebro. Por ello, para sentir deseo, debes tener el pensamiento libre de tareas y estrés. Con un recién nacido esto no es fácil, y es normal que nuestra libido haya disminuido, incluso haya desaparecido.

Esto también es temporal. A medida que reanudemos nuestras rutinas, descansemos mejor y el cuerpo recupere el estado previo al embarazo, el deseo aparecerá. No hay que forzar nada. A veces una caricia, una charla, una mirada pueden conseguir un reencuentro de la pareja que propicie el inicio de una relación sexual. Y si no es así, debemos darnos tiempo.


Fuente: padres e hijos

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